Sadop rechaza la oferta pero no va al paro, mientras el Gobierno cierra la paritaria por decreto.

La educación en el centro de la disputa: aulas abiertas, salarios cerrados.

Con las escuelas abiertas y los chicos en las aulas, el Gobierno santafesino intenta instalar la idea de que el paro docente está agotado. Sin embargo, la realidad salarial del sector sigue generando malestar y rechazo. Tras el rechazo generalizado de la propuesta paritaria por parte de Amsafé y Sadop, la administración provincial decidió no convocar a una nueva instancia de negociación, y todo indica que volverá a cerrar la paritaria por decreto, como ya lo hizo en el primer trimestre del año.

La secretaria general del Ministerio de Educación de Santa Fe, María Martín, fue la voz oficial encargada de sostener el relato. En declaraciones radiales y públicas, reiteró que la oferta presentada es “la mejor posible” y pidió a las familias “que lleven a los chicos a las escuelas, porque cada día cuenta”. Según Martín, el contexto económico nacional —con una pauta salarial del 1% y despidos en el sector privado— justifica el techo impuesto a las negociaciones con los docentes.

Un salario por decreto y la amenaza del presentismo

La oferta rechazada consiste en un aumento escalonado del 8% trimestral, una compensación inflacionaria y un piso garantizado de $75.000. La mayoría del magisterio la consideró insuficiente. Amsafé resolvió un paro de 24 horas votado por 17.598 docentes sobre un total de 20.133 votantes, pero desde la Casa Gris no hubo respuesta. Por el contrario, se ratificó que los días de huelga serán descontados y se perderá también el Premio a la Asistencia Perfecta, la versión actualizada del controvertido “presentismo” de los años 90.

Sadop no adhiere al paro pero denuncia la estrategia oficial.

En este escenario, el gremio que nuclea a los docentes de la educación privada, Sadop, también rechazó la propuesta salarial pero no convocó a un paro, sino a una movilización pacífica prevista para este miércoles. Esa decisión fue valorada por el gobierno como signo de “madurez”, aunque el sindicato denunció públicamente que ni siquiera fue convocado nuevamente a paritarias.

Una tensión que no cede.