La ley, impulsada para prohibir que condenados por corrupción accedan a cargos públicos, se frenó a un solo voto de ser aprobada, tras el sorpresivo giro de los senadores misioneros Sonia Rojas Decut y Carlos Arce, habitualmente aliados del oficialismo. Ante las sospechas de un acuerdo entre Milei y el gobernador Carlos Rovira, el Presidente negó cualquier tipo de negociación y ofreció su celular a la periodista para demostrar que no había comunicaciones con el dirigente provincial.